Just Bugs o lo que es lo mismo solo insectos es el nombre que recibe la empresa que emprendieron tres amigos -José Luis Gresa, Alberto Fandos e Ignacio Villarroya- hace “dos años y medio” en su pueblo Cuevas de Almudén y para la que contaron con la ayuda del Grupo Leader OFYCUMI. Gresa explica que se dedican a la “cría, transformación y comercialización” de esos animales y más concretamente de la especie Tenebrio Molitor -denominado comúnmente gusano de la harina- porque se legalizó en España “como posible alimento de consumo humano”.
La salida más habitual, según describe Gresa, es sacarlo “como producto vivo” para piensos de animales, aunque también puede venderse como “producto deshidratado” tras pasar por un horno en la fábrica o “como harina” si se muele. Este último sería el uso principal si finalmente da el salto a los humanos en España y es que en Francia se comercializa, por ejemplo, en barritas energéticas o galletas. “Esta especie tiene beneficios que en otros alimentos no se encuentran. Son productos muy ricos en proteína, muy bajos en grasas y una gran fuente de Omega-3 y vitaminas”, especifica el emprendedor.
La “granja de insectos” fue la primera de este tipo en Aragón y está considerada empresa sostenible. Esto se debe a que se ubica en una “zona de baja densidad de población”, en un pueblo como Cuevas de Almudén con 149 habitantes censados y no solo eso porque el Tenebrio Molitor es un insecto que “con poca agua” sigue su proceso de vida a la vez que “la conversión de kilos de pienso que come por los kilos que se produce en muy buena”. Cuando Just Bugs entre a funcionar al 100% se podrían producir 12 toneladas anuales de estos “gusanos” que terminan por convertirse en escarabajos, reconoce José Luis Gresa y que podrían llegar a distintas partes del mundo.
Más allá de la cría y venta del Tenebrio Molitor también ofrecen formación para aquellos que quieran emprender en este tipo de negocios y cuentan con un “laboratorio propio” para la investigación y desarrollo de sus productos. Uno de sus proyectos actuales es hacer “catas y maridajes” que combinen vinos, quesos e insectos porque como Gresa asegura “en un futuro los insectos van a formar parte de nuestra alimentación” con
su sabor a “harina” o aromatizados con distintas salsas.